El Camino de la Vida

Después de caminar por tanto años he llegado a la conclusión de que nada es nuevo bajo el sol como dice la sagrada escritura, pero que a pesar de eso siempre nacen cosas nuevas en nuestra alma, algunas mejores que otras, pertenecen a lo que ya existe pero son nuevas porque las conocemos y desde mi perspectiva eso esta bien.

Conforme pasa el tiempo acumulándose en mis canas y arrugas, aprendo de a poco que el camino es largo pero humilde, penoso pero alegre, turbio pero claro, es en todo concepto una paradoja en pleno, lo cual para mí también esta bien.

En breves momentos en el trayecto me detengo como ahora para contemplar lo andado, recordar lo vivido, repasar lo soñado y preparar la consciencia para lo que está por andar, consciente estoy que el camino seguirá, conforme mi verano va llegando a su ocaso solo reservo para mi la esperanza de un buen otoño, donde las hojas secas con memorias se amontonen frente a mi, donde me abrace el frio viento que susurra cosas dulces al oído.

Lo recorrido andado está, agradezco cada sonrisa, casa lágrima, cada suspiro, cada fugaz deseo, cada mirada, cada beso, cada café, cada poema, cada ilusión; nada me ha sido dado que no haya sido para mi, ni nada que no venga destinado me he topado, no ambiciono nada ni deseo nada, no tengo sueños de grandeza ni de pobreza, solo tengo sueños.

Seguiré andando, contemplando flores por el camino, escuchando aves, hablando con personajes, al final consciente soy que estoy solo en esto, la familia los amigos, los conocidos, los colegas, la gente, todos ellos son grandes alegrías para los momentos de melancolía, pero en este viaje solo DIos sigue siendo mi guía.

Isaias Ruiz