"La cigarra susurra el otoño, aves al vuelo veo, el velo de la vida desvanece ante mis ojos. A solo un paso del lago... Temo no volver a ser el mismo" Isaias Ruiz
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Il Mondo
"Maestro, lo he visto contemplar a la gente desde este cerro durante horas, cuando camina por las calles de la ciudad y cuando vamos a algún sitio concurrido. ¿Qué es lo que observa?" le pregunta su discípulo. "Observo la ilusión" contesta brevemente el maestro. "¿La ilusión?" interrumpe el discípulo. "Si, mira, la mayor ilusión del hombre es creer que está en control del sueño de la vida, del tiempo, se desvive y corre tras las cosas banales, el dinero, el que dirán, las posesiones, las personas, de forma tal que se apega al dolor, al amor, a la felicidad, a la experiencia de vivir, a su camino" conteste el monje. "¿Y eso es malo?" pregunta el joven al monje. El monje lo mira con ternura y compasión, sonriendo toma entre sus dos manos las del joven mientras le dice: "No es bueno ni malo, lo importante es no caer en el engaño" El joven mirándole a los ojos le dice: "¿Cuál engaño Maestro?" El Maestro responde: ...
El Pueblo
Un viejo monje Zen estaba sentado sobre el breve descanso de la escalera del templo, cuando ve que se aproxima un monje joven con un semblante de encono, el anciano le toma por el brazo deteniendo su apresurada marcha. "¿Qué te sucede?" le pregunta el viejo. "Me encuentro muy molesto con el joven de la taberna del pueblo, ha estado diciendo cosas referentes a mí, así que me dirijo a mi celda a escribir un cartel para ponerlo en medio de la plaza del pueblo" le contesta el monje más joven. "¿Cuál es la finalidad del cartel?" vuelve a preguntar el anciano. "Escribiré en él lo siguiente: EL PUEBLO ANTES Y DESPUÉS DE TUS OPINIONES SIGUE SIENDO EL MISMO con eso le dejaré en claro que no es importante lo que dice" responde de nueva cuenta el monje. Sonriendo el monje más viejo le dice tranquilamente: "Si haces eso el pueblo tendrá un nuevo cartel, así que en realidad no seguirá siendo él mismo".
La mejor respuesta siempre es la que va cargada de poesía...
"Padre, fíjate que de camino de la escuela me encontré con unos girasoles que han florecido debajo del puente en el arroyo, recordé que mi abuela alguna vez me platicó que tú los sembraste para encontrar el camino a tu casa" Pregunto Jarod a Isaias. "Así es, existen tres rutas de la casa de tu abuela a la prepa hijo, una es por el lado de donde esta la iglesia de la colonia Bella vista, luego esta el bordo que la parte en dos, por ambos lados del mismo hay girasoles plantados y del lado de la colonia que está por donde está el banco hasta topar al cerro". Contestó su padre. "¿Por qué hiciste eso?" pregunta su hijo. "Cuando tu abuela me preguntó eso, bien pude contestar que lo que pasó fue que de las semillas que había llevado a la escuela para las prácticas me habían sobrado, se me hizo interesante arrojarlas para ver como brotaban por esos tres sitios, pero siendo sincero preferí decirle a tu abuela lo que en realidad pasaba, que había plantado eso...
Amor al detalle...
Me gusta escribir versos, imaginar que me acompañas tomada de mis manos sobre cada palabra que va tejiendo un poema que lleva tu nombre, mi mente juguetea con las estelas que forman las olas sobre la arena, al compás de la canción que no termino de escribir pero que evoca tu rostro, dibujo con mis dedos pensamientos que van tatuando en el tiempo tus manos, tus ojos… Mis manos intentan atrapar los granos de arena entre sus dedos, pero al igual que Tú se deslizan entre las cristalinas paredes del tiempo, el cielo tapizado de nubes me dicen que estás aquí pero aún en presencia me haces falta, el viento susurra notas casi imperceptibles que gritan tu nombre. Las calles del centro me reciben con su ir y venir, camino en soledad esperando verte de nuevo aunque sé que no estás, cruzar miradas para reconocernos de nuevo como desde siempre ha sido, que vengas a anidar en mis brazos que desde que tengo uso de razón están hechos para Ti. Cierro los ojos frente a la bahía, me besas a través ...