El Pueblo

 


Un viejo monje Zen estaba sentado sobre el breve descanso de la escalera del templo, cuando ve que se aproxima un monje joven con un semblante de encono, el anciano le toma por el brazo deteniendo su apresurada marcha.

"¿Qué te sucede?" le pregunta el viejo.

"Me encuentro muy molesto con el joven de la taberna del pueblo, ha estado diciendo cosas referentes a mí, así que me dirijo a mi celda a escribir un cartel para ponerlo en medio de la plaza del pueblo" le contesta el monje más joven.

"¿Cuál es la finalidad del cartel?" vuelve a preguntar el anciano.

"Escribiré en él lo siguiente: EL PUEBLO ANTES Y DESPUÉS DE TUS OPINIONES SIGUE SIENDO EL MISMO con eso le dejaré en claro que no es importante lo que dice" responde de nueva cuenta el monje.

Sonriendo el monje más viejo le dice tranquilamente:

"Si haces eso el pueblo tendrá un nuevo cartel, así que en realidad no seguirá siendo él mismo".



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