Soliloquio en silencio

 



Agradezco la plática de hace unos días, es difícil dar sentido a la maraña de cosas que se guarda en el alma, pero el ejercicio de introspección al menos hasta esta madrugada creo que sigue dando sus frutos, además de todo ese simbolismo del que hablamos, está la frugalidad de las experiencias y pequeños detalles que como he intentado explicarte van dotando de sentido a la vida, por ejemplo, hoy se con certeza que a pesar de la eterna lucha entre mi espíritu Zen que busca desapegarse de las cosas con la mentalidad espiritual católica cimentada en oraciones, cantos y alabanzas que me aferran  a las pocas cosas que considero ciertas y dadas en la existencia, hoy al fin comprende que hay algunas que son un simple sueño y están aquellas otras que son realidades.

Hoy entiendo que sí, si existe un amor de mi vida que se bifurca como brazos de manantial constante que irriga el camino recorrido y por recorrer, comprendo las ilusiones y espejismos con los que la mente nos engaña, pero gustosamente nos permitimos ser engañados, no hay por tanto un alma gemela, es desde mi perspectiva actual una concepción difícil de existir, para que así fuera, tendría que contener todos esos pequeños matices que va descubriendo uno sobre los delicados trazos que va dejando el óleo sobre el lienzo, por tanto, eso es imposible.

Habría que ser ese otro contenedor del alma un reflejo casi exacto de nosotros mismos, lo que lo hace inverosimil, así que únicos e irrepetibles no nos queda más que el consuelo de la sonrisa que se esboza al descubrir que, los únicos que valorarán tus destellos, que no pretenderán dañarte y tendrán los brazos abiertos hacia ti, son tu propio ser y aquel por quien se vive.

No me mal interpretes, en ningún momento estoy diciendo que esos pequeños espejismos del ser no sean bellos, pero lastimosamente como cada grano de arena que cae dentro del reloj del efímero instante que compartimos, no dejan de ser solo eso, una breve idea.

Tal como lo entendemos, así como es arriba es abajo, por eso este momento es importante porque cada símbolo, cada pequeño detalle que la vida se ha permitido regalarme es bien aceptado, no olvido cada abrazo, cada beso, cada palabra de aliento, cada roce, cada taza de café, de facto, cada una de esas pequeñas cosas nos construye la vida, solo por eso ya son trasendentales.

Considero que era el momento exacto para que este proyecto se realizara, al llegar a estos mis años donde alguna manera hago recopilación de todo lo andado, pienso con mayor firmeza que antes que ya sea porque no logre realizar mis objetivos de vida, o el destino tenga preparado para mi algo más, o simple o llanamente no alcance la existencia para tantas ideas y proyectos en mi afán de dejar una huella que le de sentido a mi presencia en este plano, al menos plasmar lo que esta alma mía encierra a través del Arte es algo que siempre se agradece.



Isaias Ruiz 


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